viernes, 28 de febrero de 2014

El Príncipe sin 'vasallos'

“Mientras estén controlados, todos esos republicanos y demás antimonárquicos serán una prueba de que existe la libertad de expresión, de que ésta es una monarquía constitucional. Porque eso es lo que necesita el mundo, mi querido Príncipe: dictaduras liberales”. Vino a decir, el escritor y periodista Fernando del Paso.

Esta semana hemos tenido la ocasión de presenciar detalles elocuentes sobre esa aseveración. España se vanagloria de ser una democracia, una monarquía parlamentaria, de repartir la igualdad entre todos sus súbditos. Pero lo hace según le va la feria en ello. Hemos dado fe de como el Gobierno respaldaba el viaje del Príncipe a Catalunya en su visita de tres días, con el desembarco de un importante lobby ‘españolista’ de personajes con fuertes raíces franquistas, o imputados por fraude fiscal, entre otras lindezas. No es además por el desprecio a la Agència Catalana de Notícies (ACN), en la que la celebración de la cena en casa del presidente deGrupo Godó, la foto realizada solo ha sido autorizada a la agencia estatal EFE. Es que esos tres días han dado para mucho. Han servido para dejar mucho más claro que aquí no se está equivocado cuando se reitera una y otra vez, el talante y la desvergüenza con la que se comportan esos ‘españolistas’, y los otros, hacia Cataluña.



A este príncipe le estan desertando a pasos agigantados los ‘vasallos’ de Catalunya. Esa población cansada de tanta esclavitud moral, que demuestra su rechazo a seguir con más sumisión y mansedumbre forzada. Que gesto de gallardía contra esa dictadura feudataria ha tenido el ciudadano Àlex Fenoll este pasado lunes cuando Felipe VI, en su visita al Mobile World Congress le ha saludado y este ‘siervo’ le ha negado el apretón de manos. El asistente ha respondido que "no son amigos" y que le devolvería el saludo cuando "nos dejéis votar en la consulta". La afrenta ha tenido que dolerle al heredero de la corona de forma singular, pues volvió tras sus pasos para recriminarle tal afrenta. A todo un príncipe acostumbrado a que sus plebeyos le rindan pleitesía. Le va a doler por mucho, mucho tiempo...


¿Para qué es necesario este príncipe, y qué sentido tiene seguir con la monarquía en los tiempos que corren? Para una Catalunya que avanza más deprisa que el resto de España ninguna, está claro. No ya solo para los republicanos, sino para la gran mayoría de ciudadanos, que la ven como una reliquia del pasado, con privilegios fuera de todo sentido común en el siglo XXI, e incluso repudiada y rehuida por las múltiples corruptelas, abusos de poder, y desvaríos de la misma. Con la muerte de Franco en 1975, y la coronación de su padre Juan Carlos como rey, se restableció en España la monarquía de la Casa de los Borbones. Al monarca se le puede haber otorgado, por mantener un cierto equilibrio en el estado de esos convulsos días, cierto grado de utilidad y beneplácito. Por la función de impulsar una transición pacífica de la dictadura a la democracia desde la legalidad vigente. Y presuntamente de hacerlo con simpatía, credibilidad e integridad¿...?, pues ha tenido toda la propaganda y manipulación informativa que ha requerido para ello. Pero ese cometido desaparece por completo en estos momentos con la figura del príncipe. Así que San Pedro se la bendiga, a quien consideré que el ‘feudalismo’ de la corona sigue siendo una opción válida. La realeza es algo obsoleto, y lo menos que debería hacer este heredero, es inmiscuirse tan déspoticamente en los intereses del pueblo catalán, aun siendo príncipe de Girona. Sino la fuga de ciudadanos de su principado, fuera de su futuro reino, la va a acelerar de tal manera que se va a quedar sin ‘vasallos’ que lo saluden a su paso. No contará ni con la mujer a la que le tendió la mano por equivocación... 

J L Herrera Vega
Ciències de l’ Informació i la Comunicació
El Comunicado
 

viernes, 21 de febrero de 2014

La ignorancia de los 'bocachancla'

No hay nada más atrevido que la ignorancia. Que suele ser muy osada y caradura...
Decía Matt Artson que, “la ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna”.
Y reflexionando sobre ello, haríamos bien en alejarnos todo lo posible de quien la posea, o cuanto menos hacérle constar su necedad. ¿Qué está pasando con la vergüenza política de este país? ¿Porque tanto juego sucio, por parte de los que están en contra del soberanismo catalán? ¿Qué sabe ese Cañas del nazismo para compararlo, bajo cualquier excusa de incitación barriobajera, con el derecho a decidir de Catalunya? No se puede abrir la boca para blasfemar. Ese aprendiz de político, tiene la boca muy grande y ruidosa, es un autentico ‘bocachancla’...
¿Qué está ocurriendo para que se hable del nazismo día sí día también, como algo habitual en los catalanes, por los que siempre han estado del lado más facha, (solo se habla tanto de un tema cuando se es cercano y apasiona), y se haga sin rubor y sin el más mínimo recato. Y que a posteriori si hay presiones o debates en los medios de comunicación, se diga que fue un malentendido, y se saco de contexto. Y a los pocos días volver a las andadas. No puede ser un malentendido mencionar la barbarie que sembró esa ideología, (que por cierto está prohibida nombrar en Alemania, país donde se acuño ese término). Un malentendido puede darse entre un periodista y una enfermera del turno de noche de un hospital, porque esta no alcance a entender según qué temas [sic]. Pero nunca puede servir de excusa a un político. Entiendo el atrevimiento de los conservadores de este país al que ellos consideran, ‘democrático’, y que durante años han hecho de esa ideología su bandera,  pero no a una UE tan permisible con ello. Una Europa que para más inri fue castigada por dicha ideología en esa terrible y cruel contienda. Y eso es algo muy serio, algo en el que alguien debería postularse en el parlamento europeo. Con la excusa de la consulta soberanista, a estos colaboracionistas le han abierto el coto para acceder a sermonear sin medida y solo para hacer ruido, a alcanzar la ‘ignorancia supina’ en sus exposiciones. A creer que aquí con eso es bastante para mirar hacia otro lado. Y lo más motivador es que si ahora se expresan así, que dirán después, pues con el plebiscito del próximo otoño no acaba este proceso. Malos tiempos para la ignorancia de los bocachanclas



Decía Anatole France que “La vida nos enseña que sólo somos felices a costa de alguna ignorancia”.  Ya no hay bastante con los pseudopoliticos sino que muchos de los empresarios más notables de Catalunya, (debe ser precisamente por eso), afines a la versión más conservadora del aún este país, se apuntan al carro de los susodichos estudiosos de la ignorancia. Puede sonar irrisoria esta aseveración pero con un ejemplo basta. ¿Qué le hace pensar y decir al Sr Lara editor de Planeta, y propietario de importantes medios de comunicación españoles como La Razón, Onda Cero, Antena 3, o La Sexta, en el diario El Mundo: "El seny es el "cague" que los catalanes sentimos ante cualquier situación que pueda perjudicarnos". Sr Lara, ya que ahora se dedica tambien a la comunicación, le informo que intento ser ecuánime aunque pueda parecer lo contrario, en mis valoraciones. Intento ser un reflejo de lo que está pasando en esta mi tierra, en esta apasionante oportunidad, en algo que nos motiva no ya solamente por cuestiones obvias como la economía, la educación, la sanidad, etc.  sino por la conyuntura en la dignidad de sus ciudadanos. (Ya ve que ahora expreso y manifiesto estas palabras en primera persona, algo ‘no permitido o bien visto’ en el mundo del periodismo. Y menos en el de opinión que no el interpretativo, dejando el informativo a un lado. Aprovecho para romper una lanza por lo desvirtuado que está en los círculos periodísticos el primero, algo que habría que matizar en otra ocasión, ya que yo expongo en el segundo y me valgo para dejarlo constar. Pues el tratamiento del mensaje interpretativo se lleva a cabo por medio del análisis y la valoración. Por una visión general a partir de un hecho, y no sobre la opinión intrínseca del periodista). Y una vez planteado esto Sr Lara, le trasmito que no tiene usted ni idea de lo que se cuece en Catalunya. ¿Ve usted algún tipo de “cague” en mis palabras? Lo que usted sienta no lo haga participe a los demás. No intente vender algo que prácticamente nadie le va a comprar, y solo lo proclama para contentar a los de la capital más casposa y a sus propios intereses. No ve que la amalgama de diferentes mixturas ha hecho de esta comunidad autónoma, tal como la mencionó sin reparos el Sr Oriol Junqueras en TV3 no hace mucho, que sea aún más fuerte, quizás con menos seny o sensatez, pero con mucha más rauxa o arrebato, y eso lo dice el que suscribe este articulo. Y consecuentemente, o bien aprendemos y aceptamos cual es la situación real en la sociedad civil catalana, sobre el tema que nos preocupa y ocupa a todos, o le felicito por entrar en su selecto club de los bocachanclas. Por aportar y atinar con una palabra simpática a tan patética postura.

J L Herrera Vega
Ciències de l’ Informació i la Comunicació
El Comunicado

viernes, 14 de febrero de 2014

Pasión versus Miedo

Se dice que la pasión, en alguna de sus múltiples acepciones, se define como un sentimiento muy intenso que domina la voluntad y puede perturbar la razón, así como el entusiasmo que se pone en algo que se hace o se defiende. Y eso es lo que perciben en estos momentos la gran mayoría de ciudadanos de Catalunya. Cuando se palpan esas sensaciones a flor de piel por los hechos históricos que está viviendo este pueblo, cuando se advierte verdadera pasión en cada demostración de concentración, cohesión y vínculo, por algo en lo que ellos tienen mucho que decir y sentir. Cuando saben que después de 300 años son coetáneos de esas páginas que un día hablaran de ese entusiasmo y esfuerzo. De esos catalanes y catalanas que ponen su voluntad al servicio de una causa y en la que no hay nada ni nadie que los pueda hacer cambiar de opinión. No habrá amenazas ni discursos del miedo que les rebaje esa pasión. Es la pasión contra el miedo.

Esa valoración es para recordarle al Sr Rivera, jefe de filas de Ciutatans, que cada vez se parece más a una 'victim fashion' de la política, y que tras las declaraciones de esta semana sobre como asistiremos a un próximo "otoño caliente" le encomiamos para que reflexione, y haga lo que hacen los políticos en el siglo XXI, política. Ese, otra vez, discurso del temor y de la turbación roza lo esperpéntico en un estado democrático del que él se vanagloria de recordar a su interés, por alentar contra la violencia en enfrentamientos callejeros en forma de kale borroka. Y es que se equivoca tanto en querer ser el gallito del corral, que su euforia calenturienta se regula según la proporción de manipulación, asentimiento y conveniencia de sus socios/jefes del PP. Sr Rivera, dejeme decirle que Catalunya también tiene españoles que pueden calentar su otoño, por lo tanto no vaya por esos derroteros, de verdad. Que el choque de trenes no es eso, no es confrontación ciudadana. Donde se va a meter usted después de que Catalunya se independice. Está bien que abone con esos discursillos, maquillaje, y luz de foco publicitario a lo 'star fashion' su entrada en España, pero no queme las naves de regreso a esta su tierra.

Si es contra un pueblo, no vale todo en política. Hay propósitos de este grupo politico que son de una bajeza y calaña sin parangón. El Sr Cañas que ya se ve como un cadáver político, si es que alguna vez ha estado realmente vivo, no debió escupir nunca para plantear lo que dijo sobre el Ulster y creer que con esa prepotencia se resuelven las cosas. Hay una cosa que es la vergüenza ajena, y otra la propia. Además con esa actitud solo ayudó a aportar más independentistas a la causa. Se equivoca Ciutatans con el tipo de pasión a distinguir...
Se quedan sin argumentos. Hasta el sindicato facha Manos Limpias tiene que actuar a la desesperada contra la treintena de jueces de Cataluña que han firmado un manifiesto en defensa de la consulta soberanista, denunciando a los magistrados ante el CGPJ. Ahora sí que hablan de cumplir la legalidad del estado de derecho, de dar motivos a la sociedad para estar "profundamente alarmada" ante los graves hechos de estos mediadores de la justicia, pero cuando vociferan sus perros, no. Ya se ha dicho desde aquí por el ‘apasionado’ que suscribe estos artículos, ahora verificando y constatando que se había quedado corto, que ladran tanto porque se debe cabalgar más deprisa de lo que esperaban algunos…

J L Herrera Vega
Ciències de l’ Informació i la Comunicació
El Comunicado  

viernes, 7 de febrero de 2014

Leyendas Artúricas


Muchas de las leyendas que se han extendido hasta nosotros tienen una base real que, con mayor o menor progresión, ha sido idealizada con un fin muy concreto. Este fin puede ser formativo y aleccionador, puede perseguir la creación de una conciencia nacional, e incluso puede ser una forma de aumentar la moral de un pueblo en tiempos difíciles. Y no hablo de 'Leyendas Artúricas'. Hablo del carácter negociador/conciliador del político catalán. De la necesidad de estar dispuesto a dar una explicación, cuando muchas veces no es precisa, conveniente, ni indispensable.

Aunque emocionantes y excitantes, en ocasiones las leyendas no son digeribles, como tampoco lo fueron las palabras del portavoz del Govern, Francesc Homs, con las que abrió la puerta a consultar al conjunto de los españoles en el caso de que Catalunya votara 'sí' a la independencia. Teniendo que matizar después, que desde España pueden negociar las condiciones, pero no la decisión del pueblo de Catalunya. Y que por ello fuera menester que el presidente Artur, el real no el de leyenda, haya señalado que estaba de acuerdo con Junqueras: "El futur de Catalunya depèn de la voluntat dels catalans"

Cabe recordar que la seguridad o convencimiento, sobre una cuestión cualquiera,  estriba en la firmeza de sus propósitos. No se debería especular, y ni mucho menos frivolizar, sobre algo sumante delicado y serio como es la consulta catalanista. Es aconsejable y necesaria una firmeza que deberá ir in crescendo según se acerque la fecha de los comicios. Este acontecimiento histórico a la vez que apasionante, no ha lugar para cesiones de protagonismo de ningún tipo. La firmeza llevará al cambio, y ya habrá tiempo después, si fuere necesario, de las concesiones y el reparto de responsabilidades.

Hay que reflexionar de este modo por motivos de observación. Existen opiniones intrínsecamente racionales, y de naturaleza diferencial, que ya oigo también desde el centro peninsular. El problema del encaje catalán en España es el del encaje de un pueblo norteño en un país sureño. Y eso dependiendo de cómo se analice, tiene difícil arreglo con las concesiones, pactos o acuerdos, a día de hoy. Estamos observando que desde el lado conservador sus políticos adolecen cada vez más de trastornos ciclotímicos. Un día parecen entender la causa del pueblo catalán, y otro la depresión de la separación, les hace arremeter contra todo lo que provenga de Catalunya. Y lo que es seguro es que van a ir empeorando según se avance en al calendario, con la mirada puesta en el 9 de Noviembre.


J L Herrera Vega
Ciències de l’ Informació i la Comunicació
El Comunicado