viernes, 25 de septiembre de 2015

27S Nada va a ser lo mismo

Decía Napoleón Bonaparte que, “el primer bien de las naciones reside en su independencia y en su existencia política.”

Estamos ante las decisivas elecciones del 27S, si no hay unas próximas con referéndum explicito, algo que se intuye imposible, las de este domingo van a ser las que determinen el futuro devenir de Catalunya. Y el presente, porque a partir del día 27 nada va a ser lo mismo, ocurra lo que ocurra en las urnas. Estos días hemos sido testigos del desorden por no llamarlo caos, proveniente de Madrid o desde sus interesados compinches político-económicos de cualquier lado. Hemos visto y oído de todo en contra del proceso soberanista catalán, desde la mentira dicha mil veces que por eso no va a convertirse en verdad, que Catalunya se abocaría a salir fuera de Europa, a corralitos, a bancos que se irían, a más paro, a catástrofe económica, a no poderse cobrar las pensiones, etc., etc., etc.
 
Este tipo de manifestaciones producían hace unos años solemnidad al analizarlas, hace meses ya empecé a ver que los argumentos eran vacios y siempre los mismos. Hoy provocan alguna sonrisa que otra, he intento plasmar esa ironía aquí. Solo hay que ver la postrera entrevista a Rajoy donde el periodista Carlos Alsina de Onda Cero le preguntaba sobre la inmediata pérdida de la nacionalidad española o europea para los catalanes de una Cataluña independiente. Volveremos a recordarla:

Alsina: Pero la nacionalidad española no la perderían los ciudadanos de Cataluña.
R: ¡Ah!, no lo sé, es decir, ¿por qué no la perderían? ¿Y la europea tampoco?
A: Porque la ley dice que el ciudadano nacido en España no pierde la nacionalidad aunque resida en un país extranjero si manifiesta su voluntad de conservarla.
R: Pues... eh... ¿Y la europea?
A: Y la europea la tiene porque tiene la nacionalidad española.
R: Me parece que estamos en una disquisición que no conduce a parte alguna.

Surrealista, ¿verdad? Es lo que tiene la campaña del miedo. Que tarde o temprano se desmorona y puede caer en el ridículo. Solo quedaba por ver a Rajoy y Santamaría hablando en catalán. Ahora que han visto que esto va en serio.

Y ese es el principal dilema sobre la reivindicación de Catalunya. Desde Madrid o los unionistas españoles nunca parecen haberse tomado las demandas catalanas en serio. Nunca. La ‘élite española’ (tanto gobernantes como medios) nunca han creído que las reivindicaciones catalanas sean realmente para tomarlas en serio. Su actitud ante las reclamaciones de la periferia es que estas son o bien una pataleta sentimental basada en un excesivo aprecio al terruño o la tradicional reivindicación caciquil de pedir más dinero disfrazada de forma creativa. La respuesta desde el centro a las protestas catalanas siempre se han movido entre el forofismo sarcástico como si fuera una extensión de la rivalidad deportiva de un Barça-Madrid cualquiera o montar otra subasta de patronazgo autonómico, dando más dinero a quien más llora.
                                                                    
 La cuestión es, que el “soberanismo catalán” no es ninguna de las dos cosas. Es una demanda y necesidad real, basada en hechos si no objetivos, que llegan para su resolución al punto álgido en este 27 de septiembre. Y le compete a todos los catalanes. No es una cuestión sobre cuáles son sus procedencias, el idioma que utilizan principalmente para comunicarse o sus ideologías, es una cuestión de sentido común, de alcanzar la soberanía de una Catalunya mejor para todos. Para que todo empiece a cambiar, serena pero segura, a partir del lunes de forma democrática. Ya nada va a ser lo mismo, hagamos que sea distinto. Las futuras generaciones hablaran sobre este día…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 18 de septiembre de 2015

Lo que importa España fuera

“Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros” Grouxo Marx. Actor, humorista y escritor estadounidense (1890-1977)
Semana de declaraciones sobre la ya manida amenaza en la que Catalunya se va a quedar fuera de Europa, y hasta deportada del globo terrestre, si hace falta venderlo así. Todo debido la impotencia del estado ante la falta de argumentos que plantear. Según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría recordando que en cuestión de semanas el presidente de la comisión europea, los primeros ministros de Gran Bretaña, Alemania y el presidente de los Estados Unidos le han dicho "alto y claro a Mas que no tiene sentido lo que está haciendo". Todo es una cuestión de principios diplomáticos. La comisión europea no puede hacer nada más que cumplir. Lo de Alemania y Gran Bretaña no deja de ser una mera anécdota de sobras conocida. A los británicos lo que España haga hacia Catalunya, ya lo comente aquí, les importa un bledo. Al contrario, todo lo que sea debilitar al reino español le favorece. Motivos y conflictos, hay. No voy a hablar de Gibraltar. Ni de la diferente manera de enfocar el referéndum que se celebró en Escocia. Lo de Alemania es aún más esperpéntico para que se vanaglorien de ello. Con los intereses comerciales que Alemania tiene aquí, véase Seat/Volkswagen, el turismo de sus ciudadanos, etc. Por lo que a la hora de la verdad Angela Merkel no se pondrá al teléfono cuando le quieran recordar desde Madrid lo que dijo de forma institucional su ministro. Cuando a los teutones se les toque el bolsillo o le incordien interesadamente, adiós diplomacia.
                                        
Lo de nombrar a los Estados Unidos es ya de uno de los maestros de la ironía, de Grouxo Marx. El de, "la próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo." El ridículo del ministerio de asuntos exteriores de España es insalvable. Mencionar a ese país en esto es imperdonable. Porque la valoración para mesurar la importancia de España internacionalmente, a nivel diplomático con Europa y en este caso con los Estados Unidos es, nula. O si se prefiere, cero patatero.  En estos siete años de mandato del presidente americano Barack Obama, según alcanzo a informarme, es que de los 89 viajes a otros países, 17 de ellos a estados europeos, a España la ha visitado 00,00 veces oficialmente (por si alguien recuerda el viaje en solitario de su esposa de un par de días por la Costa del Sol degustando helados). Bien, de estas visitas al exterior, 17 han sido a Europa. ¿Cuántas ha venido al reino español? Pues lo dicho, cero (0). Ha visitado cinco veces Francia, cuatro Alemania, cuatro el Reino Unido, dos a la Republica Checa, como a Rusia, Irlanda, Italia, el Vaticano, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Suecia, Noruega, Estonia o Polonia. Hasta a Turquía. Por no nombrar el resto de países alrededor del mundo. Esa es la realidad de Obama y los EEUU sobre España. ¿Alguien cree ahora que cualquier voz alardeando de esos comentarios sobre ‘el sin sentido’ del que habla Cospedal en la futura independencia de Catalunya, importa algo tras ver el sin vivir que tiene el todopoderoso presidente del país americano con España? No se acercó ni cuando estuvo en Portugal a tiro de piedra. Debe ser porque este mandatario es del partido “demócrata”. Seamos serios. Que dejen de intentar confundir, enredar y soliviantar a los catalanes. Se preocupen del peso que realmente tienen internacionalmente. Y dejen de utilizar el ‘destierro’ de Catalunya con la inútil política del miedo. Pueden volver a enviar a Leticia y Felipe VI, para que Obama venga antes de finalizar su mandato allá por el 2017, y así los Estados Unidos acaben rindiéndose a tanta adulación e insistencia. Me abstengo de reflejar lo que hubiera opinado el americano Grouxo al respecto…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 11 de septiembre de 2015

La Diada aquí, allí, y allá

“Unidos por el sentido común”, es una frase que la ciudadanía puede manejar, ya lo ha hecho anteriormente, por estos lares, para definir perfectamente lo ocurrido en la Diada de este 11 de Septiembre de 2015.
 
                                                         

Aquí, en Catalunya, el president de la Generalitat, Artur Mas, ha destacado este 11S, el orgullo, la confianza, e ilusión que ha generado la multitudinaria concentración independentista y ha reclamado al Estado que aparque el orgullo imperial y deje de amenazar con las leyes como si los soberanistas fuesen delincuentes. En una declaración institucional tras haber recibido en el Palau de la Generalitat a los organizadores de la movilización en la avenida Meridiana de Barcelona con motivo de la Diada, afirmando que "en la calle se influye pero en las urnas se decide". Otro éxito ciudadano más en esta “Via Lliure” de este 11S, otra cívica y democrática lección de la sociedad catalana. Y ya son muchas veces las que Catalunya se siente plenamente segura que no se equivoca en la decisión de ver el próximo 27S como unas plebiscitarias en pro de su futuro soberanismo.

Allí, en Madrid, ese derecho a decidir no lo ven por ningún lado. Y lo que sí han visto es un movimiento independentista que lo tiene todo premeditado sibilinamente y medido al milímetro, para sacar el mayor rendimiento posible a favor de su causa en la celebración de la Diada. Se han quedado perplejos al ver como la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) u Òmnium actúan cada vez con más vida propia y autonomía. No pueden sino autoflajelarse al ver las formaciones politicas favor de la independencia, unidas por una misma causa. No salen de su asombro al ver a la población de Catalunya ya sean partidarios de ERC, CDC, CUP, Súmate o de la que sea, unidas en comunión por la calle. No entienden, otra vez, esa cifra mágica de participación, según algunos medios de hasta dos millones de personas, (o menos, ya da lo mismo) que han llenado la Meridiana, otra Diada más. No entienden nada. ¿Pero acaso importa ya?

Y allá, fuera de nuestras fronteras, ya son muchos los países que han hecho de la Diada un acto normalizado en las aspiraciones independentistas de Catalunya. Medios y países como la BBC del Reino Unido, Liberation, Le Figaro o Le Monde de Francia, La Reppublica de Italia, The Wall Street Journal de los Estados Unidos, RT de Rusia, Al Jazeera de Oriente Próximo, o agencias como Reuters o Associated Press, entre otros paises, hablan de la manifestación festivo reivindicativa ciudadana en busca de la independencia de Catalunya sobre España, a pocos días de una votación crucial. Todos se ponen de acuerdo. Y todos lo han visto como un éxito de la sociedad catalana. Desde fuera si se entiende sin la más mínima duda democrática ese derecho a decidir…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 4 de septiembre de 2015

Lo importante es lo que importa

“Lo importante no es llegar sino ir” Robert Louis Stevenson. Novelista, poeta y ensayista escocés (1850-1894).

A escasas 3 semanas del 27S desde Madrid y sus extensiones territoriales de avanzadilla, porque aunque muchas de las voces estén en Catalunya siguen siendo bocas súbditas de Madrid, a esos portadores del cataclismo hacia una Catalunya independiente, que ya no es que no cuele, sino que van dando signos de verdadera desidia ciudadana, siendo lo peor que le puede pasar a un interlocutor y agravándose si los que quieren llegar a las conciencias son políticos, a esos, decía, enviados o comisionados les vendría mejor instruir y no desinformar. Se espera por ver, entre otros y en estado puro, al que el Partido Popular ha visto como el mejor candidato para representar a la formación de cara a las próximas elecciones catalanas, Javier García Albiol. Se verán cuales son las instrucciones de uso desde la capital del reino hacia su primer paladín. O a su adalid como les gusta decir por aquellas tierras. Estaremos atentos, porque desde allí esperan que no defraude como la ‘light’ de la Camacho, porque se les están agotando los efectivos a quién poner al frente. O la voz del expresidente del Gobierno Felipe González, al que el colectivo de juristas Drets ha presentado ante la Fiscalía Superior de Catalunya una denuncia contra él, por haber comparado el proceso político que se vive en Catalunya con la Alemania nazi de los años 30 o el fascismo italiano en un artículo publicado en un diario de ámbito nacional. Flaco favor le hace a su causa este expolítico que continua complaciente con el poder, del ‘café para todos’.
 
                                                               
Mientras el presidente español Mariano Rajoy se enardecía por la euforia tras haber ‘negociado’ el respaldo de David Cameron sobre su posición con respecto a las pretensiones ‘canallas’ de los independentistas catalanes. El PP y el Gobierno buscan así que distintos presidentes y dirigentes de Europa dejen claro, antes incluso de que empiece la campaña electoral de las elecciones autonómicas del 27 de septiembre, que una Cataluña independiente dejaría de estar en la Unión Europea, en la zona euro y pasaría a una situación de confusa indefinición para sus ciudadanos y sus empresas. Nada más lejos de la realidad. Ni para unos ni para otros. Pase lo que pase el 27S, y con la democracia por encima de todo si se quiere estar en posesión de la verdad y la legitimidad, eso no pasaría nunca. Los favores o intereses de estado hacen que esos mensajes no tengan peso en la ciudadanía. No hay más que ver que el dirigente británico dijo lo contrario hace dos años donde aseveró que “los ciudadanos europeos han de decidir su futuro”. Y eso es lo que realmente importa, porque es lo importante. Lo demás en todo esto es secundario. Y además no deja de ser curioso que el Reino Unido hable de respetar “El Imperio de la Ley”.

Por eso desde el lado creativo y constructivo hemos oído como Artur Mas no dudaba que una Cataluña independiente sería un socio de confianza para la comunidad internacional, dispuesto a asumir todas sus obligaciones internacionales desde el primer día, y se convertiría en un polo de estabilidad en el sur de Europa.En el recinto modernista de Sant Pau de Barcelona en una declaración institucional con motivo del 70 aniversario de las Naciones Unidas,Mas ha destacado la vocación multilateralista del pueblo catalán, que cree en la cooperación como antídoto contra la confrontación y en conceptos como la concertación, el dialogo y la negociación. Delante de varios cónsules acreditados en Barcelona, Mas ha hecho referencia al carácter plebiscitario sobre la independencia que quiere dar a las elecciones catalanas del 27 de septiembre: "Este año puede ser, si así lo decide el pueblo de Cataluña, testimonio de la gestación de un nuevo estado".En referencia al debate sobre si su eventual independencia dejaría a Cataluña fuera de la Unión Europea, ha hecho hincapié en que seguir perteneciendo al club comunitario es la voluntad "absolutamente y amplísimamente mayoritaria de la sociedad catalana". Defendido que Cataluña debe continuar formando parte de la Unión Europea, sea cual sea el futuro que se decida en las elecciones catalanas del 27 de septiembre. Están claras las diferencias entre el discurso positivo y de perspectiva eficiente, sobre el negativo o discurso del miedo. Pero estos últimos ya nos son cotidianos, los de esta semana y los de las siguientes…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado