viernes, 24 de febrero de 2017

Catalanofobia


Semana que ha dado para hablar de los misteriosos y recónditos diálogos entre Rajoy y Puigdemont. El presidente del ejecutivo central ha evitado este miércoles confirmar o desmentir si mantuvo ese encuentro y ha hecho hincapié en que él está dispuesto a hablar con el Gobierno catalán: "Quiero hablar, pero quiero hablar de los problemas reales y no de liquidar España".

Dialogar es cosa mínimo de dos interlocutores, de poder exponer lo que cada uno crea conveniente. Pero si ese dialogo ya empieza sesgado porque uno predispone a no escuchar al otro por no hablar de “realidades”, o incita a direccionar el feedback de la otra parte por ser un “aniquilador”, se le puede llamar cualquier cosa, pero no dialogo. Seguir oyendo decir que si Catalunya se va, eso es liquidar el Reino de España, no es más que continuar con el discurso fácil de la catalanofobia.  Es la excusa de la propia ineptitud más ruin, que puede ir a más ante lo que se está viendo y se verá.

Sobre los contactos del ‘máximo nivel’, en declaraciones en los pasillos del Congreso, tras responder a las preguntas de control, Rajoy ha sido preguntado en un par de ocasiones si esa entrevista se produjo, pero esquivando la cuestión ha afirmado: "La posición, que recoge un medio de comunicación mía, es la de siempre". O sea nada. Establecer estos conatos de diálogos, donde todo está ya está establecido ‘per se’, es como predicar en el desierto. Una pérdida de tiempo.

                                                               

Escuchar decir que “el Gobierno no pone fecha de caducidad a la Operación Diálogo” en boca de Íñigo Méndez de Vigo, el portavoz del Ejecutivo de Mariano Rajoy, ha sido según el PP un mensaje nada en clave al Gobierno de Carles Puigdemont, a la sociedad catalana y a los interlocutores a los que se pretende abrir aún más, tras el tremendo fracaso del encuentro secreto entre los dos mandatarios el pasado 11 de enero. Raro se hace que no acaben en fallida esos ‘diálogos’ si se prevende que España es la víctima en todo esto.

Por eso el portavoz del Gobierno reiteró este viernes varias veces, en público y en privado, que el Ejecutivo de Rajoy no descarta emprender nuevos contactos "discretos" con la Generalitat de Cataluña para seguir hablando de esos ‘problemas reales’ que afectan a los catalanes. Fuentes de La Moncloa precisaron a continuación que no habrá encuentro oficial de Rajoy y Puigdemont hasta que se constate que hay alguna posibilidad de acuerdo. Hablar de discreción es lo mismo que decir que se ira ahogando a Catalunya sibilinamente hasta asfixiarla ¿Pero no decíamos que sin ella España desaparecería? La catalanofobia les es mucho más 'rentable' que la verdad o la democracia…

JL Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 17 de febrero de 2017

Tercera Vía: El Enroque

Semana estratégica. Un paso al lado no es un paso atrás. Las torres en un tablero de ajedrez se pueden mover de un lado a otro pero con firmeza. Como un movimiento de enroque, donde el rey es trasladado dos casillas hacia una torre, y dicha torre es movida por encima del rey, a la casilla que éste acaba de cruzar. O sea, un movimiento conjunto de piezas claves en el ‘tablero’ para buscar otra estrategia en la partida.

Esto viene a dilación porque el expresident Artur Mas dijo este pasado jueves en una conferencia en Madrid que hay una tercera vía entre la situación actual y el Estado catalán. Que existe una tercera vía entre la independencia y el inmovilismo. Y corresponde al Estado plantearla. Estas palabras fueron expuestas en una conferencia a puerta cerrada en un máster de la Universidad Autónoma de Madrid en la que cito esa tercera vía para resolver el ‘problema’ catalán. El enroque está servido para ‘mejorar el dialogo’ entre ambos gobiernos.

Fuentes de la Moncloa han apuntado que el Gobierno central "sondeará" con discreción a la Generalitat y a Mas para saber a qué se refiere en concreto y para ver si es algo sobre lo que se puede negociar. Y que respecto a la reunión pendiente entre Puigdemont y Mariano Rajoy, el portavoz del Gobierno,Méndez de Vigo, insinuó que ambos están hablando en privado. "Ya advirtió Rajoy de que las conversaciones no se tienen que producir a plena luz del día. Probablemente la recuperación de la confianza exige hablar más antes de que se produzca ese diálogo", ha declarado.



De todo esto el President Puigdemont en el acto anual que celebra el Colegio de Abogados de Barcelona ha recogido el guante en su turno de intervención que ha clausurado el acto sosteniendo que "la Ley ha de servir para encarcelar delincuentes, no puede encorsetar nada y ante la duda ha de decantarse siempre por el ciudadano".Sobre estos movimientos en la partida de ajedrez, Junqueras defiende que "hay un modelo que hace cosas mal y otro mucho mejor” e Iceta apunta que Mas prepara otras elecciones catalanas tras sus declaraciones en Madrid. Pese a jugar en otra categoría, algo tenía que decir el PSC.

Pero si el President defiende el derecho de autodeterminación. El ministro Iñigo Méndez de Vigo y Montojo asegura que "el problema es incumplir la ley". Por ello insiste en su ‘posición’ de portavoz oficial que si alguien como Artur Mas, tiene una nueva idea u oferta que hacer, el Gobierno estará "dispuesto a escucharla con muchísimo gusto". Pero advirtiendo que, "me gustaría que nos dijera en qué consiste, porque no puedo interpretar qué pasa por la cabeza del presidente Mas". Añadiendo en otro momento de la semana que "el problema no es tener diferentes pareceres, porque la diversidad es riqueza, el problema es incumplir la ley, porque ninguno de nosotros puede está por encima de la ley". Para explicar que "uno de los retos más importantes" que tiene planteados España es "el diálogo y el consenso".

Mentir o hacer creer al contrario en algo para llevarlo al engaño, no es de ley, pero ya estamos acostumbrados. Que cada uno mueve sus ‘fichas’, pero que sea democráticamente y sin hacer trampas. Veremos cómo se va desarrollando la partida a una nueva oportunidad de dialogo…

JL Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 10 de febrero de 2017

2.305.290 culpables


Semana histórica. Con unas pocas pinceladas, bastará. Empezando por el final. Porque el fiscal Emilio Sánchez Ulled sobre el juicio del 9N ha convertido su informe final en un discurso puramente político. Negando categóricamente eso, que se trata de un juicio político. “Aquí no se está enjuiciando la voluntad popular. No se está juzgando ni persiguiendo la democracia”, ha aseverado. ¿Entonces por qué se excusa judicialmente sobre ello?

Otra reflexión de este fiscal dirigiéndose a Artur Mas, “Este juicio también es democracia. Porque la democracia es muchas más cosas de las que se han dicho aquí. No es solo votar”, ha matizado ¿Pero hay realmente algo más democrático que las urnas?
Apelar reiteradamente a la democracia por parte del fiscal, para justificarse, o para ‘liberarse’ moralmente de la carga de la conciencia, responde más a política que a justicia.¿O acaso hay ‘otra democracia’ que se nos escapa?

Si jurídicamente había un culpable en todo esto, son los que cometimos la ‘ilegalidad’ de votar el 9N en ese "proceso de participación" histórica. Eso es democracia. Los culpables somos esas 2.305.290 personas, que en esa jornada incumplimos la ley para los 'demócratas' del Tribunal Constitucional.
                             

 Al igual que criminalizar en este juicio a las personas concerniente a los más de 1.300 colegios de toda Cataluña que estuvieron abiertos ‘impunemente’ contra esa ‘otra democracia’. Cuando justamente la participación de la ciudadanía fue la auténtica democracia ganadora de todo ello. Esa victoria no gusta a la ‘otra democracia’. Da vergüenza ajena haber seguido este juicio, pero no se esperaba menos.

Lo que debe preocupar a ‘la otra democracia’ sobre la independencia de Catalunya es lo que asegura la agencia de calificación de riesgo  Moodys, que expone de manera indirecta, que la independencia de Catalunya debería ser pactada con el Estado para evitar que el nuevo país se declare en 'default' (es decir, no reconocer la deuda a nombre de España). Pueden llevarla a los tribunales si creen que es anticonstitucional también.

A todo esto, Mariano Rajoy haciendo de interlocutor de Donald Trump en Europa, América Latina y también en el Norte de África y Oriente Medio", según dijo La Moncloa. Tras la charla telefónica, se da por hecho que con traductor, una posible conclusión es: hay que levantar un muro en Catalunya, que pagaran los andaluces…

JL Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 3 de febrero de 2017

Hisenda Nacional Catalana

Preparando el camino. El Conceller de Economia, Oriol Junqueras, ha anunciado en una rueda de prensa en la nueva oficina de La Agència Tributària de Catalunya (ATC) ubicada en la calle Joan d'Àustria 39-47 de Barcelona, que este próximo lunes abrirá la primera de las 15 oficinas propias con las que quiere reforzar su presencia territorial.

El Govern prevé alcanzar los 168 puntos de atención entre propios, compartidos y colaboradores hasta el 1 de septiembre. Con ello inicia el despegue a la futura Hisenda Nacional Catalana. Algo tan reclamado y anhelado por la ciudanía catalana. Más si cabe ante la actual presión full time desde Madrid por el Procés.

                                            

 Junqueras ha destacado que el aumento de la red responde al objetivo de "garantizar un servicio de calidad a los contribuyentes y equilibrado desde el punto de vista territorial y demográfico", y se ha mostrado convencido del éxito del desdoblamiento de esas oficinas.

Los propios nuevos locales, que se suman a las cuatro oficinas actuales de la ATC en Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona, serán de alquiler, con un coste máximo anual conjunto de unos 550.000 euros a través de un contrato inicial de cinco años ampliable anualmente hasta un máximo de 10 años.

Además, las obras de adecuación de los locales tienen un presupuesto máximo conjunto de 5,85 millones de euros, según la licitación encargada a Infraestructures de la Generalitat de Catalunya. Todo está planificado para que dicha inversión revierta en la mejora del servicio al contribuyente.

Cabe recordar que la presencia territorial se complementa con los 144 puntos de ventanilla única de la red Tributs de Catalunya, a través de los acuerdos de colaboración firmados entre el Govern y las cuatro diputaciones catalanas, el Ayuntament de Barcelona y el Consell Comarcal de la Selva.

Así se espera que la gestión de dichas oficinas sea un paso adelante en el crecimiento de cara a la propia hacienda catalana. En estos momentos la ATC cuenta con unos 430 empleados, un centenar más que hace un año, y las nuevas oficinas propias -15- y compartidas con entes locales -12- supondrán 277 efectivos. Todo un salto cuantitativo y cualitativo de futuro…

JL Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado