viernes, 29 de mayo de 2015

Imagen de un fracaso

Decía Napoleón Bonaparte que, “podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos”.

Si se ha de reflexionar y sacar conclusiones sobre estas pasadas elecciones, una de ellas es ver como el bipartidismo a nivel estatal está tocado y casi hundido como anteriormente no se conocía. Años ha, tanto el PP como el PSOE eran vasos comunicantes, cuando uno estaba en el poder, muchas veces con mayoría, al otro le tocaba la travesía por el desierto. Ahora en los ayuntamientos de las dos principales ciudades del Estado han surgido nuevos vientos. Y vaya como pueden soplar!. Catalunya ha de saber leer y entender esa situación de caída y sacar rédito para sus propósitos. Aun teniendo en cuenta el ‘masoquismo’ electoral de los que votaran por ‘obediencia’, no falta mucho para presenciar grandes cambios ‘a la baja’ en el ejecutivo, dando pie a una importante debilidad que puede deparar en otro fracaso mayor en las elecciones de este próximo otoño.

Por eso al líder del PP Mariano Rajoy, en solo unos días desde los comicios le arrecian las críticas y la indignación por parte de sus estructuras regionales y locales. La estrategia imperante de desidia de ese dirigente sobre cualquier tema (véase la movilización y demanda soberanista catalana) de peso político, no hace más que confirmar que no se puede vivir de una mayoría sumisa y déspota para temas de gran calado. Un alto cargo del PP en un acto de lucidez aseveraba que, hay animadversión al riesgo cuando las circunstancias obligan a tomar decisiones. El partido político  que hace cuatro años se presentaba imbatible hoy vive deprimido, sin capacidad de reacción tras el batacazo electoral del 24 de mayo, y con su líder en estado de shock. Rajoy ha pedido tiempo para acometer unos cambios que negó el lunes y prometió el miércoles, desbordado por la dura realidad. Objeta que no se han de tomar decisiones en caliente, y que antes ha de tener los datos pormenorizados y asimilados de lo que sucedió el pasado domingo. Pero el partido ya no respeta sus tiempos, y hace en paralelo su propio diagnóstico. Busca sustitutos a la carrera en todos los frentes.

 Perder la alcaldía de la capital, uno de los bastiones más importantes con que ha contado el PP durante las últimas dos décadas, por lo menos servirá para depurar de una vez por todas, a Esperanza Aguirre, la imagen de un fracaso anunciado,y no por eso menos esperado. No vale la pena extenderse ni un ápice sobre esa señora y su arrogancia política. Ese ayuntamiento que este pasado jueves destruyo de forma masivas documentos (pidió un camión extra para retirar, al menos, ocho contenedores llenos de papel triturado), y que el sindicato CCOO ha denunciando, recordando que el artículo 413 del Código Penal castiga a cualquier autoridad o funcionario público que, a sabiendas, retirase, destruyese, inutilizase u ocultase, total o parcialmente, documentos. Aquí también los dos partidos mayoritarios le han visto las orejas al lobo. Pasada la primera semana de los resultados, es hora de empezar a leer entre líneas y tomar nota de la situación…

 J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
 

viernes, 22 de mayo de 2015

Catalunya, se hace camino al votar

Interpretaba Joan Manuel Serrat en su tema ‘Cantares’ sobre los poemas de Antonio Machado: “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar”.

Se estipula que a nivel estatal las elecciones de este domingo pueden marcar un relevo generacional en el voto, en el que la población más joven apoye más a los partidos emergentes. A los de la otra o nueva política. Conjuntamente con los ciudadanos que se han visto afectados de lleno por la crisis y buscan un revulsivo o dar un golpe de efecto de castigo. Donde los más mayores será difícil que dejen de votar a los dos partidos que han ejercido el bipartidismo. José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, lo resume así: “El votante joven, urbano, activo laboralmente e influyente dice que votará a Podemos y Ciudadanos; el de más edad, rural, conservador, con actividades no remuneradas e influencia decreciente, afirma que lo hará a PP y PSOE". Pero si en España se espera esa fractura múltiple del voto, sin un claro favorito. En Catalunya hay un claro ganador, un claro vencedor a los puntos, o puede que incluso por KO, en estos comicios: La propia Catalunya soberanista.
 
 
Y es así porque la sensación, que por lo menos yo estoy percibiendo, es que estas municipales son el lo que en el argot de los que hemos boxeado se entiende como round de tanteo. En Catalunya son favoritos los partidos del soberanismo. ERC, etc. Aquí no se dirime sobre si un líder determinado está de moda o sobre una corriente ideológica pasajera concreta, aquí se juega mucho más fuerte. Poco a poco y trastocando las palabras de Serrat, en Catalunya, no hay camino, se hace camino al votar. No importa ya tanto el partido vencedor como si que lo sea soberanista. Como a bien seguro que los primeros que van a salir elegidos sí lo serán, estarán poniendo la primera piedra sobre lo que vendrá después. Estarán haciendo camino…

Estoy convencido que la palabra humildad es el vocablo compartido por las fuerzas políticas que emergen en el tablero electoral catalán. Esas nuevas formaciones que buscan un hueco en los ayuntamientos. Que pondrán todo su empeño en mejorar lo mismo de siempre, si salen elegidos. Sin un camino distinto por recorrer, tarde o temprano, acabaran en el mismo lugar, con la vieja excusa de siempre. Es por eso que aquí, a diferencia de España, se anhelan otras vias, y por el mismo motivo la fractura es ideológica. El votante con intención independentista va a ir por primera vez (como comicios declarados legales por el Estado) a votar con la cabeza muy alta y paso firme en la búsqueda de sus ideales. Como la letra de Serrat, “caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Ya no se trata de votar a ERC, etc. se trata de votar por el buen viaje que debe emprender Catalunya...

Lo dijo el físico Albert Einstein: "Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

La estrella es la estelada

 
“En la bandera de la libertad, bordé el amor más grande de mi vida”. Federico García Lorca (1898-1936). Poeta y dramaturgo granadino, fusilado por el ejército franquista.

Ya han pasado los primeros siete días de campaña del 24M. Una semana después del inicio y la plataforma antisoberanista Societat Civil Catalana (SCC), -si solo buscan el enfrentamiento mejor que se llamen Sociedad Paramilitar Castrense-, no hace otra cosa que interferir y asaltar sin tregua hasta que la Junta Electoral Central (JEC) invade el proceso electoral, decretando la retirada durante estos días de campaña, las banderas independentistas que ondeen en edificios públicos y locales electorales, en aras de la neutralidad política en Catalunya.

                                              

 Si bien la solicitud de esa entidad buscaba que las estelades fueran retiradas de edificios y espacios públicos, la JEC  solo ordena retirar a aquellas que ondeen en edificios públicos y locales electorales. O sea no en colegios que vayan a tener mesas electorales el 24M, pero si en plazas, rotondas y otros recintos al aire libre. Lógico, no todo vale en campaña electoral, y la psicosis a la estelada demuestra con mayor motivo lo importante de su cometido. No comulgo con que se trata de hacer valer la ‘neutralidad’ electoral, por ser algo que puede incitar al independentismo. Eso a estas alturas no cuela, y el votante tiene las ideas claras al respecto. Por lo que se percibe un cierto miedo a la estelada. Se dice que algo solo es importante cuando se habla de ello, aunque sea para bien. Por lo que el verdadero candidato del 24M, la verdadera estrella, esta siendo la estelada.

Algunos pueden decir que el uso de la estelada es lo mismo que si ondearan banderas preconstitucionales (las del aguilucho). Pero nada más lejos de la realidad. Una cosa es una bandera ‘ilegal’ impuesta por una dictadura y otra una bandera democrática elegida por el ciudadano como símbolo de una demanda histórica. Si bien en ERC hace muchos años que es parte de su simbología y últimamente se han subido al carro la CUP o incluso CiU. No hace falta recordar que en épocas preconstitucional estaba prohibida hasta la senyera. Por eso, por todo lo mal que siempre se ha gestionado en contra de la bandera cuatribarrada catalana, la primera respuesta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha sido pedir a los catalanes que cuelguen 'estelades' en los balcones de sus casas…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado

viernes, 8 de mayo de 2015

La letra con sangre entra

Decía Edmund Burke que, "las malas leyes son la peor especie de tiranía".

Hace escasamente un año que la Ley Wert blindaba la educación en castellano en todas las comunidades, a las que obligaba a pagar la escolarización en escuelas privadas cuando no exista una oferta de castellano en la pública, pero no protegía de la misma forma al resto de lenguas cooficiales del Estado. Una ley que recoge el procedimiento a seguir para que el Estado abone a los padres los gastos que hayan tenido por escolarizar a sus hijos en un centro privado en castellano, pero en ningún momento contempla el caso contrario, como ocurrió en la Comunidad Valenciana, donde los padres querían y quieren que sus hijos estudien en valenciano (o en cualquier otra lengua cooficial) y no tienen oferta pública. Donde a los valencianos, según ese decreto, el Estado no les pagará el colegio privado. ¿Cómo es posible que en el siglo XXI tengamos que ser testigos de semejante desplante a la democracia, a la desvergüenza política o simplemente a la convivencia incívica por culpa de ese pensamiento único y gris?

Desde el curso pasado ocho colegios catalanes por orden del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), impartían el 25 % de sus clases en castellano. Ahora el Tribunal Supremo (TS) ha hecho públicas dos resoluciones instando a todas las escuelas catalanas a impartir ese porcentaje, si bien solo afecta a la clase del estudiante solicitante, según dice el propio TS. En cualquier caso dicho tribunal desestima la reclamación que habían hecho los padres de los menores para que sus hijos recibieran hasta el 50% de las clases en castellano y también hace oídos sordos a la petición de la Generalitat, que solicitaba mantener como hasta ahora, el modelo lingüístico en los centros afectados, ofreciendo un servicio de atención individualizada a esos alumnos. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tras el consejo de ministros, ha reclamado al president de la Generalitat Artur Mas, que "no haga ninguna otra interpretación del fallo del alto tribunal y se limite a cumplirlo".
 
                                           
  El Ministerio de Educación siempre ha alegado que “lo que hace la ley es tratar de paliar un problema que afecta al castellano”, que no se cuida adecuadamente en alguna comunidad, y que no se ha ejercido la misma protección al resto de lenguas cooficiales del Estado porque de su cuidado “ya se ocupan las comunidades autónomas”. Aunque parezca de otra época, volvemos a aquello que el pintor Francisco de Goya dio a entender con su cuadro “La letra con sangre entra”, refiriéndose a un tipo de educación autoritaria, en la cual se creía que a base de golpes y castigos, se imponía la enseñanza más adecuada para el bien común de todos. Algo hemos cambiado desde 1780, aunque en el ideario seguimos como siempre. No se puede entender que el departamento que dirige José Ignacio Wert sostenga que no se privilegia una lengua (el castellano) sobre otras, sino que lo que hace el Gobierno es no poner el acento en proteger a las otras, cuando bajo su criterio único y unidireccional elabora una ley (contra unas lenguas cooficiales) y si no le parece suficiente, utiliza todas las argucias alégales de las que dispone el Estado como el TS, para imponerla de forma autoritaria. Esa resolución a favor de una ley, sobre algo que ya estaba normalizado y la vuelta al pasado, hace reflexionar si España realmente está en el siglo XXI, o si tan siquiera alguna vez ha estado.

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado     

viernes, 1 de mayo de 2015

Hartos de Artes

Hay una frase con mensaje que dice “Quien vota a corruptos no es víctima, es cómplice”.
Esta semana la Fiscalía Anticorrupción con el fiscal Antonio Romeral a la cabeza ha solicitado "el sobreseimiento provisional de la causa”, sobre el caso de ‘los papeles de Bárcenas’, en el que considera que el PP, no cometió un delito fiscal al no declarar las donaciones correspondientes al año 2008, e incluirlas en su presunta contabilidad b, aunque señala que es “responsable civil subsidiario”, que no penal, de los delitos que habrían cometido sus extesoreros Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta por pagar en negro las obras de su sede. No es posible estar 18 años financiándose irregularmente, dejando trasparentemente claro que hay una caja b, y que el PP no asuma sus vergüenzas jurídicas. Algo bochornoso por no decir ignominioso y despreciable en un estado de derecho. Si ese es el ejemplo de un gobierno que tiene que servir de espejo, no puede extrañar el que la ciudadanía este harta de las malas artes del estado. Y no digamos de sus artistas.
                                                               
 
En su escrito de acusación para los que fueran gestores económicos de la formación la Fiscalía solicita cinco años de cárcel por apropiación indebida, falsedad documental y fraude fiscal. Asimismo, pide tres años y 10 meses de cárcel para Gonzalo Urquijo y Belén García, dueños de la empresa Unifica que reformó el cuartel general de las tropas populares. En su día, el juez Pablo Ruz, instructor del caso, dejó abierta la posibilidad al fiscal Antonio Romeral de acusar al PP de un delito contra la Hacienda Pública por las cuotas que dejó de pagar en 2008 de las donaciones recibidas de empresarios, pero el togado remarca que no está “debidamente justificado ese delito”.

En este sentido, recuerda que la Agencia Tributaria sostuvo, en distintos informes, que las aportaciones anotadas en los papeles de Bárcenas estaba exentas de tributar. Incluso, a petición del juez, Hacienda elaboró un nuevo dictamen ‘simulando’ si habría delito de tener que ser declaradas esas donaciones, todo ello relativo al ejercicio de 2008. Y, precisamente, según este documento, el fiscal entiende que, en el caso de tener que tributar las mismas, “la cuota presuntamente defraudada alcanzaría un importe de 25.630,03 euros”, por lo que no sobrepasaría el límite de 120.000 euros para ser considerado delito. Más inmoral e indecorosa vergüenza política. Mientras no sea delito, defrauda que algo queda y no se castiga.
La infamia continua por otro lado, en su auto, el fiscal Romeral da por acreditada la existencia de una caja b del PP que manejaban Bárcenas y Lapuerta de manera “ajena al control del departamento de Tesorería” ¿? Sobre esta cuestión explica que, durante el tiempo que estuvieron en sus cargos, los extesoreros “gestionaron fondos en metálico aportados por donantes de quienes no podían recibir los mismos, de acuerdo con la legislación sobre financiación de partidos”. “El control de los ingresos procedentes de las anteriores donaciones, así como de los gastos, se llevaba en unas hojas a modo de contabilidad paralela que cumplimentaba Luis Bárcenas y supervisaba Álvaro Lapuerta”, señala. Romeral apunta, asimismo, que “ese dinero, siempre en efectivo y ajeno a todo el control del partido, se guardaba en una caja fuerte ubicada en el despacho de Bárcenas”. Vamos, el mismo control que ejercen y gestionan con los presupuestos del estado, ajenos absolutamente a todo, lo que no conviene.
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado