viernes, 13 de febrero de 2015

"¿y?"

Siempre he manifestado que en un mal Estado, el gobierno, es la mayor arma de represión sobre sus ciudadanos.

No hace mucho el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), afirmó que hasta que el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díez, se disculpara con él por haber filtrado a la prensa informes falsos sobre supuestas cuentas millonarias suyas en el extranjero, procuraría no coincidir con él y no le saludaría.

El alcalde de Barcelona por esas falsas alusiones en los medios, solicitó una nota pedida por él mismo que certificaba que no ha había tenido cuenta bancaria en la suiza UBS en los últimos diez años, pidiendo la dimisión del citado  ministro del Interior español, al que acusaba de haber "presionado" para que se publicara la información.

Estos hechos son un gravísimo atentado a la justica si esta ha quedado impasible a esas amañadas y falsas filtraciones por parte del Ministerio de Interior. Un estado que se jacta de democracia no puede nunca dejar de lado tan hipócrita artimaña fuera de la ley.

Y lo peor es el sarcasmo del que se cree por encima del bien y del mal en este asunto.  El periodista Jordi Évole del programa ‘Salvados’ insta este domingo a Fernández Díaz por la filtración de los informes de la UDEF, preguntando al ministro sobre las acusaciones vertidas por políticos, a lo que este éste responde: "¿y?". Es fácil intuir que el peso por obedecer a su cúpula, debido al proceso soberanista catalán, está detrás de esa aberrante desazón y soberbia.
          

 Ese Ministerio de Interior sigue con las mismas artimañas de siempre. Con las artes de guerra sucia preconstitucionales ya conocidas y hasta mejoradas. Eso hace perder la credibilidad de cualquier comunicado, como el que ha destacado Fernández Díaz en el que afirma que España es el tercer país ‘más seguro’ de la UE, por delante de Francia o Alemania. Estos países, según el ministro, tienen tasas "muy superiores" a las españolas. ¿Seguro en qué? Si hay que estar batallando con tu propio ministerio pocas garantías de protección quedan ya.

Sobre el término 'prisión permanente revisable', que se ha establecido recientemente, el ministro asegura que "no tiene nada que ver con la cadena perpetua" y apuesta porque "es constitucional". Según entiendo la palabra permanente, significa fijo, constante, continuo... Esperemos no acabar con las ejecuciones de antaño, pasándolas a llamar sacrificios, conclusiones o desempeños

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado