viernes, 18 de septiembre de 2015

Lo que importa España fuera

“Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros” Grouxo Marx. Actor, humorista y escritor estadounidense (1890-1977)
Semana de declaraciones sobre la ya manida amenaza en la que Catalunya se va a quedar fuera de Europa, y hasta deportada del globo terrestre, si hace falta venderlo así. Todo debido la impotencia del estado ante la falta de argumentos que plantear. Según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría recordando que en cuestión de semanas el presidente de la comisión europea, los primeros ministros de Gran Bretaña, Alemania y el presidente de los Estados Unidos le han dicho "alto y claro a Mas que no tiene sentido lo que está haciendo". Todo es una cuestión de principios diplomáticos. La comisión europea no puede hacer nada más que cumplir. Lo de Alemania y Gran Bretaña no deja de ser una mera anécdota de sobras conocida. A los británicos lo que España haga hacia Catalunya, ya lo comente aquí, les importa un bledo. Al contrario, todo lo que sea debilitar al reino español le favorece. Motivos y conflictos, hay. No voy a hablar de Gibraltar. Ni de la diferente manera de enfocar el referéndum que se celebró en Escocia. Lo de Alemania es aún más esperpéntico para que se vanaglorien de ello. Con los intereses comerciales que Alemania tiene aquí, véase Seat/Volkswagen, el turismo de sus ciudadanos, etc. Por lo que a la hora de la verdad Angela Merkel no se pondrá al teléfono cuando le quieran recordar desde Madrid lo que dijo de forma institucional su ministro. Cuando a los teutones se les toque el bolsillo o le incordien interesadamente, adiós diplomacia.
                                        
Lo de nombrar a los Estados Unidos es ya de uno de los maestros de la ironía, de Grouxo Marx. El de, "la próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo." El ridículo del ministerio de asuntos exteriores de España es insalvable. Mencionar a ese país en esto es imperdonable. Porque la valoración para mesurar la importancia de España internacionalmente, a nivel diplomático con Europa y en este caso con los Estados Unidos es, nula. O si se prefiere, cero patatero.  En estos siete años de mandato del presidente americano Barack Obama, según alcanzo a informarme, es que de los 89 viajes a otros países, 17 de ellos a estados europeos, a España la ha visitado 00,00 veces oficialmente (por si alguien recuerda el viaje en solitario de su esposa de un par de días por la Costa del Sol degustando helados). Bien, de estas visitas al exterior, 17 han sido a Europa. ¿Cuántas ha venido al reino español? Pues lo dicho, cero (0). Ha visitado cinco veces Francia, cuatro Alemania, cuatro el Reino Unido, dos a la Republica Checa, como a Rusia, Irlanda, Italia, el Vaticano, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Suecia, Noruega, Estonia o Polonia. Hasta a Turquía. Por no nombrar el resto de países alrededor del mundo. Esa es la realidad de Obama y los EEUU sobre España. ¿Alguien cree ahora que cualquier voz alardeando de esos comentarios sobre ‘el sin sentido’ del que habla Cospedal en la futura independencia de Catalunya, importa algo tras ver el sin vivir que tiene el todopoderoso presidente del país americano con España? No se acercó ni cuando estuvo en Portugal a tiro de piedra. Debe ser porque este mandatario es del partido “demócrata”. Seamos serios. Que dejen de intentar confundir, enredar y soliviantar a los catalanes. Se preocupen del peso que realmente tienen internacionalmente. Y dejen de utilizar el ‘destierro’ de Catalunya con la inútil política del miedo. Pueden volver a enviar a Leticia y Felipe VI, para que Obama venga antes de finalizar su mandato allá por el 2017, y así los Estados Unidos acaben rindiéndose a tanta adulación e insistencia. Me abstengo de reflejar lo que hubiera opinado el americano Grouxo al respecto…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado