viernes, 19 de agosto de 2016

Pesadilla en Navidad

El Estado Español va camino de afrontar sus terceras elecciones en un año si Mariano Rajoy no logra los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, como así se adivina. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha fijado la fecha de investidura para el 30-31 de agosto y el 2 de septiembre. En caso de que Rajoy no logre 176 apoyos, se abrirá un periodo de dos meses para que un candidato los logre. Cumplido el plazo se convocarán nuevas elecciones. Por lo tanto, llegaremos al ridículo que se pretende alcanzar con una cita en las urnas, el 25 de diciembre, Navidad. Fun, fun, fun… Como dice el popular villancico catalán. Vergüenza, una vez más, de la política estatal, que nos regala una pesadilla más.
                                                  
 Los plazos sobre la investidura del candidato a presidente de Gobierno los marca la Constitución Española en su artículo 99. Si Mariano Rajoy no cuenta con mayoría absoluta para ser investido presidente el 31 de agosto, tendrá una segunda oportunidad el 2 de septiembre. En el caso de fracasar, como le ocurrió a Pedro Sánchez, estaríamos ante un escenario inédito. Los partidos políticos contarían con dos meses más, a partir de la fecha de la primera votación de investidura, para formalizar un nuevo candidato y que éste se sometiese al mismo proceso.

Esos plazos fijados, en el caso de que Rajoy fracasara como se espera y no hubiera más candidatos, conducirían a España a las terceras elecciones generales. Los plazos fijados por la Constitución y la Ley Orgánica de Régimen Electoral General son inamovibles: las hipotéticas elecciones serían el 25 de diciembre. Si tocan esa Ley (cuando les parece también lo hacen ‘exprés’ con la Constitución en Agos  to ), yo las cambiaría al día 28, día de los Santos Inocentes. Pega mucho más con la política española que se hace desde Madrid…

J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado