viernes, 13 de junio de 2014

"De lo que tengo miedo es de tu miedo"

"Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo", decía Leonardo da Vinci. Por eso España vuelve a tener miedo, y por eso Cataluña está ilusionada...

A España se le ve nerviosa. Quiere transmitir sensación de normalidad, de serenidad, de naturalidad, de calma y de orden, pero se percibe que es todo lo contrario. El penúltimo ejemplo, la abdicación del actual rey con vista a una posible tercera vía defendida por Felipe VI. Y la ultima hasta hoy, el envío de más policía a Cataluña cuando los recortes presupuestarios han provocado un drástico descenso en las plantillas de las Fuerzas de Seguridad del Estado por la limitación de las convocatorias de empleo público. Y es que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha decidido dejar al territorio catalán fuera de los recortes e incluso reforzar considerablemente la cifra de efectivos dependientes de Madrid. Cuatro de las seis únicas provincias en la que se registró una subida de la plantilla de la Policía Nacional en este tiempo son las de Cataluña: Tarragona (9%), Lleida (3,3%), Girona (2%) y Barcelona (0,3%). Todo ello se percibe por el miedo al proceso soberanista.

Lo de continuar con la saga real se interpreta a que les va bien con la monarquía. Allí, allá o a cuyá siempre han tenido la vida más resuelta que aquí, más funcionarios, más administración, más dominio, poder, autoridad, dirección, mando o gobierno. Por lo tanto necesitan a alguien que amalgame todo ese despropósito de centralismo nada democrático sin hacerles pasar vergüenza. Precisan y requieren a un títere, a un poseedor de la máxima distinción por encima del bien y del mal, para que ellos no tengan remordimientos de conciencia con el uso y abuso del cortijo de su propiedad que han hecho de España. De alguien que en el fondo no tenga poder de decisión en nada, que no moleste. Y el Rey (el que sea) es perfecto para ese cometido. Así es que se necesitan, como la simbiosis entre la altamente venenosa y nociva Anemona y el parasito y vividor Pez Payaso, por poner un ejemplo cualquiera. Con el proceso de autodeterminación de Catalunya, han visto que ya no todos les siguen borreguilmente como zombis descerebrados. Ya ven a ese colorido y carismático pez que antes veían como afable, bromista, conversador, trepa, como el verdadero señuelo de presas que es. La crisis económica también ayuda a avivar y abrir las mentes, ante tanta toxicidad y codicia. Por eso las prisas. Ven a la realeza como un control de poder para beneficio de unos pocos, pero que deben pagar todos. Les es necesario alguien que perdure el beneplácito de esa casta. Por eso el miedo a perderla.


 Y cuando todavía no se han cerrado todas las reuniones que marcarán el guion que se seguirá el día de la proclamación de los sucesores de Juan Carlos y Sofía, los servicios de información de la Policía ya han advertido de que se prevé que se produzcan altercados el día de coronación del príncipe Felipe. En España hay más republicanos cada día, porque nadie entiende estos privilegios y abusos por derecho de sangre. Lo democrático es que el Jefe de Estado lo elijan los ciudadanos y lo razonable por tanto es la República. El apego o cariño al Juancarlismo toca a su fin. En los aledaños del Congreso y del Palacio Real ya se percibe un despliegue cada vez mayor de policías nacionales vestidos de paisanos inspeccionando terrazas y locales. Se esperan revueltas y proclamas Republicanas, algo que hasta ahora no se consideraba como opción. Ya nada va a ser igual entre esa casta. Lo dijo William Shakespeare: "De lo que tengo miedo es de tu miedo". Se palpa el miedo al cambio.


J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i la Comunicació
El Comunicado